Creatividad cotidiana y motivar indagación del pasado sin olvidar el aquí y el ahora: elementos hacer memoria
La construcción de memoria se está trabajando en los colegios de Bogotá incluso antes del posacuerdo. Las experiencias se presentaron en el Foro Pedagogías para la re-significación de la vida. Memoria y reparación en la escuela, el 24 de noviembre, convocado por la Secretaria de Educación Distrital y el CINEP/PPP.
Jorge Aponte, docente Universidad Pedagógica Nacional (UPN), ha trabajado el tema de la genealogía de la enseñanza y explicó en su intervención que, desde el proyecto que realizan, la memoria puede ser una posibilidad de transición para superar el conflicto. Desde hace dos años la UPN trabaja con sus estudiantes en la línea de investigación de los estudios de la memoria, que generalmente se ha desarrollado en países que han vivido conflictos complejos.
Dentro de sus pedagogías, Aponte afirmó que no se puede obligar a aprender, por lo que no resulta útil imponer una serie de contenidos prediseñados. Insistió en que es necesario producir las condiciones para despertar en los estudiantes el deseo, la curiosidad y el afecto de indagar el pasado y comprenderlo desde su presente.
A partir de este proyecto, proponen un enfoque pedagógico de enseñanza desde la historia reciente. Han realizado trabajos donde vinculan el pasado y el presente, y Aponte destacó como experiencia exitosa invitar a las aulas a personas que trabajan temas políticos y de DD.HH. para hacer más comprensibles los temas.
Laura Rodríguez, investigadora del CINEP/PPP, presentó la estrategia pedagógica “La travesía de la luz” que se ha implementado con niños, niñas y adolescentes (NNA) víctimas del conflicto armado, en instituciones educativas distritales. Por medio de la creatividad cotidiana, con actividades artísticas de las que participan, se busca fortalecer en los NNA la capacidad de apropiación de su historia de vida. El trabajo se realizó con colegios de las localidades de Suba, Bosa, Ciudad Bolívar, San Cristóbal y Usme; lugares donde se concentran la mayoría de las 30.000 personas víctimas que viven en la capital.
Al finalizar el evento, surgieron dudas sobre el papel de los docentes víctimas del conflicto y las posibilidades de desarrollar sus proyectos de memoria. Además, se propuso multiplicar las estrategias creativas de “La travesía de la luz” para aplicarlas en otros colegios.