Recurso 1

La visita de la CIDH puede salvar vidas

 

Porqué es importante la visita de la CIDH en medio de los abusos policiales y violación a los derechos humanos a un mes del Paro Nacional en la opinión de Alejandro Angulo y Víctor Barrera, investigadores del Cinep / PPP.

Después de la lluvia de críticas al gobierno colombiano por negarse a la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la canciller Marta Lucía Ramírez dio hoy luz verde para que este organismo arribe a Colombia el próximo 7 de junio. La visita había sido solicitada en medio del SOS por la preocupante situación de derechos humanos donde se suman decenas de muertos, cientos de desaparecidos y miles de casos de agresiones en medio del Paro Nacional que inició el pasado 28 de abril y cumplió un mes de movilización y respuesta represiva que incluye, además de uso excesivo de la fuerza y armas de fuego como se evidencia en videos y fotografías divulgadas ampliamente en la web por organismos defensores de derechos humanos, ongs y ciudadanos, la participación de civiles con armas apoyados por los policías, la desaparición y quema de personas, y el posible uso de propiedades privadas para centros de reclusión y tortura.  

“No se han tomado las medidas urgentes que requiere la gravedad de los casos”, explica Alejandro Angulo, , fundador y actual investigador del Banco de Datos y Derechos Humanos del Cinep / PPP, recalcando la importancia de la visita de la CIDH. Para Víctor Barrera, del equipo Conflicto, Estado y Paz del Cinep, esta visita “puede salvar la vida de decenas y centenares de personas que van a seguir siendo víctimas de violaciones de derechos humanos”. 

“Sería un factor disuasivo en un contexto donde estamos viendo una violencia estatal desbordada”, anota Víctor quien la considera necesaria precisamente porque hay un escenario de “creciente impunidad donde los organismos de control están siendo inoperantes”. Además, el Congreso no está en ejercicio pleno de sus funciones, lo que configura un escenario donde no hay condiciones institucionales para limitar los abusos que se están presentando. 

Las intervenciones de la Cidh, tanto medidas cautelares, como peticiones, o visitas a los países, etc., son necesarias cuando las autoridades de los estados no han tenido la capacidad o la voluntad de garantizar los derechos humanos, frenar las violaciones y hacer justicia”, explica Alejandro Angulo.

“Por esa razón, las organizaciones de víctimas colombianas acudieron a estas instancias internacionales, dado que el Gobierno y el Estado colombianos no han puesto freno a la situación de graves violaciones de derechos humanos, a pesar de que ya ha pasado un mes desde que comenzó el paro nacional; por el contrario, continúa la vulneración de la vida e integridad personal de la población de forma sistemática por parte de la Fuerza Pública y de algunos particulares armados que han actuado con impunidad”, agrega Angulo, sacerdote jesuita. 

Para el investigador, negar o postergar la visita “es una señal inequívoca de que no hay voluntad política de remediar las causas del descontento popular ni de atender a sus justos reclamos de que se cumpla la Constitución” y  “da pie para pensar que hay intención de ocultar los hechos y maquillar la negligencia institucional. Recuérdese cómo, el gobierno dictatorial de Videla en Argentina también quiso postergar de la visita de la CIDH para realizar modificaciones en los centros de detención clandestina y trasladar a los detenidos a una isla, con el objeto de que la Comisión no se diera cuenta de las atrocidades que se estaban cometiendo”.

Según Angulo, es necesario insistir en la veeduría y acompañamiento internacional ante la crisis en Colombia. Por ejemplo, “en ocasiones anteriores de ejecuciones extrajudiciales (“falsos positivos”) la mediación de los organismos internacionales ayudó a poner algún freno a estos crímenes”. Según Angulo, en este momento es vital seguir insistiendo en la presencia de las instancias del Sistema Regional de DDHH. 

“Colombia no puede esquivar la responsabilidad de defender los derechos y la dignidad de su población. La situación es demasiado grave cuando incluso los defensores de derechos humanos se sienten desprotegidos y algunos de ellos han resultado agredidos. Frente a la desprotección de su dignidad por parte de su propio Gobierno el pueblo colombiano tiene el derecho y el deber de recurrir a la ayuda internacional en la defensa de sus derechos básicos”.

Víctor Barrera concluye que “la Corte sería la instancia más adecuada para esclarecer cuáles han sido los eventos y los patrones en las violaciones a los derechos humanos en el marco del Paro Nacional en circunstancias donde el Estado está desconociendo los registros de organizaciones gubernamentales y parece que no está ofreciendo cifras transparentes”.

Por: Katalina Vásquez. Equipo de Comunicaciones CINEP / PPP.