Las próximas elecciones presidenciales se están desarrollando de una manera bastante interesante por la complejidad de la situación política en Colombia.[1] Este artículo se basa en un estudio desde afuera que analiza los escenarios más probables para la elección de ciertos candidatos y los efectos que ese candidato puede tener sobre la implementación de los acuerdos de paz.
Los autores han concebido tres posibles escenarios presidenciales y cómo estos puede llegar a afectar la implementación del proceso de paz[2]. La mayoría de los escenarios considera que estas elecciones pasarán a una segunda ronda, y eso se toma en cuenta en las predicciones. Los colombianos han sido abrumados con debates, discursos, propaganda política y la situación del proceso de paz, pero no sobre la realidad política de su país. Una realidad que estas elecciones han sacado a flote, resaltando la aguda polarización que siempre ha caracterizado la política del país.
Escenarios presidenciales
Los siguientes escenarios se presentan como los más probables a darse el próximo 27 de mayo y no se presentan en ningún orden de preferencia. Los autores estiman que cualquiera de estos escenarios sería posible.
Escenario I: Iván Duque vs. Germán Vargas Lleras
Si la izquierda se mantiene fragmentada y no puede formar un electorado sólido detrás de Gustavo Petro, y Petro no obtiene resultados tan altos durante el día de las elecciones como lo ha hecho en las encuestas, predecimos que la primera ronda de elecciones se realizará entre dos candidatos de derecha, Germán Vargas Lleras e Iván Duque. El fracaso de consolidar el apoyo del centro y la izquierda podría resultar costoso para los candidatos que representan esos sectores, ya que Petro y Fajardo probablemente necesitarían formar una coalición para poder lograr la presidencia y mantener la política fuera de las dinámicas tradicionales. La posibilidad de que Duque gane en la primera ronda es menos probable, ya que Vargas Lleras ha ganado oficialmente el apoyo del Partido de la U y tiene un electorado en crecimiento.
Escenario II: Germán Vargas Lleras vs. Gustavo Petro
Para Germán Vargas Lleras, la maquinaria – el control sobre gran numero de votos que ejerce una fuerte influencia en la política y sobre todo en las elecciones – será fundamental para su candidatura. Si la maquinaria (que no ha aparecido en las encuestas, pero que apareció en las elecciones del Congreso) aparece en las urnas el día de las votaciones, Vargas Lleras podría llegar a vencer a Duque en la primera ronda y pasaría a la segunda ronda. Entonces enfrentaría a Petro que, si es capaz de avanzar a la segunda ronda, habrá obtenido un apoyo importante de la población que votó por el “sí”. Si Petro llegara a la presidencia, abriría por primera vez el cerrado sistema político que existe en Colombia.
Escenario III: Gustavo Petro vs. Iván Duque
Si el voto de la maquinaria no se presenta a favor de Vargas Lleras, y Duque concreta su apoyo uribista el día de las elecciones, Duque llegará a la segunda ronda. Al igual que en el escenario II, este escenario se haría realidad si Petro puede llevar adelante el impulso positivo que ha mostrado en las encuestas y continuar con su habilidad para cautivar a las masas en los discursos públicos.
Efectos en los acuerdos de paz
El discurso político en Colombia durante la campaña presidencial se ha enfocado bastante en el proceso de paz y el peligro que vive su implementación. Aunque esto es una preocupación real, es importante recordar que, independientemente de quién gane esta elección, la implementación de los acuerdos de paz no depende solamente del presidente. El futuro presidente no puede implementarlos ni romperlos por sí solo, ya que Colombia goza de instituciones bastante fuertes, comparadas con otros países del continente, que cumplen la función de balancear asuntos tan importantes como la implementación de un acuerdo de paz. El Congreso también puede jugar un papel muy importante en la implementación de dichos acuerdos, ya que está compuesto por muchas curules favorables a ello. La misma complejidad y polarización política impide que el presidente, por sí solo, pueda llegar a tener un efecto negativo en la implementación de tales acuerdos.
Iván Duque puede llegar a presentar la mayor amenaza, por parte de los candidatos principales, para la implementación de los actuales acuerdos de paz, ya que él y el expresidente y actual senador Uribe han expresado su deseo de eliminar completamente su articulado o por lo menos cambiarlo drásticamente. Es probable que el candidato Vargas Lleras tampoco apoye por completo la implementación de los acuerdos de paz, pero estimamos que representa una amenaza menor que el mismo Duque. La gran pregunta es si se pueden implementar mecanismos que lleguen a comprometer a Vargas Lleras a favor de la implementación de los acuerdos de paz. Sin embargo, este candidato ha desafiado abiertamente a la jep y a los procesos de amnistía.
La elección de Petro como se mencionó anteriormente, a pesar de gobernar con un Congreso fragmentado, podría representar, en teoría, la menor amenaza para la implementación de los acuerdos de paz, pero enfrentaría serios obstáculos. Parte del problema para la implementación de estos acuerdos es la falta de una apertura política para la farc-ep y otros sectores marginalizados. Para que se dé una exitosa transición democrática de un grupo insurgente tiene que haber una apertura de parte de todos, o la mayoría, de los partidos políticos. Petro ha prometido mucho en su campaña con respecto a los acuerdos, pero queda por verse si puede unir a todos los actores relevantes a través de las líneas partidistas para crear un proceso sostenible. Su posición de extrema izquierda podría obstaculizar su idealismo en términos de la implementación real del acuerdo.
Conclusión
Es la opinión de los autores que los acuerdos de paz se encuentran en una situación frágil y su futuro depende en gran medida del resultado de estas elecciones para alcanzar un tipo de claridad. Sin embargo, la gente en Colombia debe entender que un proceso de paz no queda completamente en manos del futuro presidente. Para lograr una paz sostenible, la sociedad civil tendrá que promover el proceso y asegurar que la implementación de los acuerdos se logre.
El reto más grande que existe en Colombia es superar la polarización política y lo cerrado que el sistema político realmente es, algo que estamos observando una vez más en esta campaña electoral. Petro puede pretender que implementará los acuerdos por completo, pero un Congreso fragmentado impedirá este proceso para bien o para mal, dado el caso de que él pueda infiltrarse en este sistema político tan cerrado. El punto a resaltar con Petro es el hecho que muchos colombianos no ven la posibilidad de que alguien tan “radical” como él pueda ganar. Esto requiere de un cambio. El sistema político del país debe en teoría darle la oportunidad a cualquier persona de ser presidente de su país, siempre y cuando esa persona logre los votos suficientes en una elección sin corrupción, sin importar de qué lado se encuentra del espectro político.
Como se señaló anteriormente, Vargas Lleras y Duque han indicado sus intenciones de modificar de alguna forma los acuerdos con las farc-ep. Esto no significa que el proceso de paz y la implementación del mismo vayan a ser totalmente desmantelados. La elección de Duque o Vargas Lleras no implicará que el proceso de paz desaparezca. Simplemente harán que la implementación de este proceso sea más difícil, o tal vez pueden llegar a impedirlo. La omisión, en este caso, representaría una amenaza más grande a la implementación de los acuerdos de paz que su modificación.
Los votantes colombianos deben entender la importancia que tiene esta elección en el futuro de su nación. Ningún actor por sí solo interrumpirá del todo este proceso; el éxito de los acuerdos de paz se creará, en cambio, a partir de la unidad que se pueda fomentar entre los partidos opositores y la sociedad civil. Solo entonces los acuerdos se pueden llevar a cabo con éxito, pero más importante aún, el sistema político cerrado se puede abrir para beneficiar a todos los colombianos.[3] Desde una mirada externa, este proceso de paz puede llegar a tener un gran efecto en la apertura de un sistema político tan polarizado y cerrado como el colombiano. Igualmente, el anhelo de una paz sostenible que ha existido por más de cinco décadas en ese país, puede solidarizar a todos los colombianos por una causa importante, una Colombia sin guerra.
Cameron Trimpey-Warhaftig y Diego Suárez Salazar
[1] En honor al Dr. Marc Chernick, nuestro mentor y amigo, quien dedicó su vida a promover la salida negociada del conflicto armado colombiano.
[2] Este artículo es el resultado de nuestro proyecto final en la Maestría de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Georgetown, el cual fue realizado conjuntamente con el CINEP en Bogotá. Agradecemos los comentarios de sus investigadores, especialmente el apoyo recibido del Padre John Jairo Montoya. De igual manera, agradecemos a nuestro consejero académico, el Profesor Angelo Rivero Santos, y muy especialmente al Profesor Michael Reed-Hurtado, quien aceptó guiarnos en momentos difíciles durante la culminación de este proyecto.
[3] Los escenarios se diseñaron como una declaración de si ocurre x, y ganará las elecciones y z pasará a la implementación de los acuerdos de paz.
[4] La opinión expresada en este artículo es exclusivamente la de los autores y no representa la opinión de Georgetown University, CLAS, CINEP, o cualquier otra organización o individuo.