EDUCAPAZ rechaza la presencia de armados en la Secretaría de Educación Municipal de Quibdó y exige el respeto a la vida, la integridad y la dignidad de quienes trabajan por la docencia.
Un nuevo hecho de violencia golpea a la escuela en el departamento del Chocó. El 8 de junio del presente año, siendo aproximadamente las cinco de la tarde, un hombre armado se presentó en las instalaciones de la Secretaría de Educación Municipal de Quibdó, diciendo que “tenía la orden de darles plomo a todos porque no habían llamado a conciliar la vacuna”. Dentro del establecimiento, se encontraban funcionarios y varios visitantes, entre los que se contaba personal de EDUCAPAZ, quienes tuvieron que esconderse para resguardar sus vidas. Aunque no hubo heridos, se presentó el hurto de un dispositivo móvil y las personas presentes tuvieron que pasar horas de angustia y terror antes de que el hombre armado saliera de las instalaciones. Este acontecimiento cuenta con el agravante de que, en días previos a esta situación, la SEM Quibdó ya había recibido la visita intimidante de otros dos hombres jóvenes quienes dejaron unos números de teléfono a donde debían comunicarse.
Frente a estos hechos, expresamos nuestro profundo rechazo a la violencia ejercida contra las personas que trabajan por la educación del país. Como hemos venido denunciando, la escuela también es víctima de violencias generadas por diferentes actores armados que escalan cada vez más en todo el departamento del Chocó, y en especial en su capital. Al ser la educación un derecho fundamental, atentar contra ella mediante el hostigamiento a sus funcionarios, es un acto de agresión contra toda la sociedad colombiana.
Hacemos un llamado urgente a las organizaciones sociales y la sociedad civil en general para abrazar a la escuela y solidarizarse con los funcionarios que trabajan para ella en Quibdó. Pero también, exigimos a las instituciones del Estado, especialmente a aquellas a quienes compete la obligación de proteger al territorio, generar medidas efectivas que garanticen el derecho a la vida, la integridad y el trabajo digno y seguro de los funcionarios de la educación.
Es hora de hacer una alto a la violencia que tantas vidas ha afectado en el municipio y departamento, debemos escuchar el clamor de la sociedad civil por construir paz y proteger la educación, pues ésta es el mayor escudo de los niños, niñas y jóvenes contra las constantes amenazas que ha marcado la historia de nuestro país y la integridad y futuro de nuestros menores. Es urgente poder transitar de una escuela víctima del conflicto, a una escuela abierta, segura y como centro de la vida comunitaria.
A continuación el comunicado:
Por: Programa Nacional de Educación para la Paz (EDUCAPAZ)